Todo lo que hacemos es para la infancia
En
2014,
UCSF
se
unió
con
el
Children’s
Hospital
Oakland,
reuniendo
a
dos
instituciones
de
salud
muy
respetadas
con
una
misión
común
y
valiente:
brindar
la
atención
médica
de
la
más
alta
calidad
a
toda
la
infancia
de
nuestras
comunidades,
sin
importar
origen,
religión ni situación económica.
Al
cruzar
nuestras
puertas,
sentirá
nuestra
pasión
por
esa
misión.
Nuestros
hospitales
de
Oakland
y
San
Francisco
se
dedican
exclusivamente
al
cuidado
de
la
infancia.
Conocemos
los
protocolos
de
tratamiento
que
mejor
funcionan
en
pacientes
jóvenes,
y
nuestros
médicos,
enfermeras
y
demás
profesionales
de
la
salud
trabajan
cada
día
con
ellos,
desde
bebés
prematuros
hasta
jóvenes
adultos.
Vemos
los
detalles
sutiles
que
otros
podrían
pasar
por
alto
y
encontramos
dónde
duele,
incluso
cuando
una
niña
o
un
niño
es
demasiado
pequeño
para expresarlo.
También
sabemos
que
se
necesita
más
que
tratamientos
y
tecnologías
avanzadas
para
sanar
a
una
persona
menor:
se
requiere
una
organización
entera
enfocada
en
todas
sus
necesidades,
incluido
el
simple
derecho
de
ser
niño.
Por
eso,
junto
a
algunas
de
las
terapias
médicas
más
sofisticadas
del
mundo,
encontrará
una
musicoterapeuta
trabajando
al
lado
de
la
cama,
una
anestesióloga
pediátrica
que
utiliza
juguetes
para
relajar
a
un
niño
pequeño
antes
de
la
cirugía,
un
equipo
de
especialistas
que
acompaña
a
una
joven
con
una
condición
crónica
en
su
transición
de
la
atención
pediátrica
a
la
de
adultos,
y
muchas
otras
formas de apoyo para nuestros pacientes y sus familias.
Para
reforzar
nuestra
misión
de
servir
a
la
niñez,
invertimos
considerablemente
en
investigación
para
descubrir
mejores
maneras
de
tratar
y
prevenir
enfermedades
infantiles.
Muchos
de
nuestros
profesionales
realizan
investigación
o
colaboran
estrechamente
con
quienes
están
haciendo
descubrimientos
médicos
innovadores.
Gracias
a
programas
como
el
de
investigación
sobre
la
enfermedad
de
células
falciformes,
podemos
traducir
rápidamente
la
ciencia
en
mejores
resultados
de
salud para las niñas y los niños más vulnerables de nuestras comunidades.
Además
de
nuestra
atención
médica
de
clase
mundial,
la
compasión
de
nuestros
médicos,
enfermeras
y
demás
personal
es
esencial
para
nuestra
misión.
Recibimos
incontables
cartas
de
gratitud
de
pacientes
y
familias,
una
verdadera
medida
del
servicio valioso y humano que brindamos.